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Bueno, en realidad algunas son constantes y duran todo el año, y seguirán durando en 2015, 2016, 2017... lo cual es fantástico. 

1. Las caras de mis sobrinas, de 4 y 5 años, cuando voy yo a buscarlas al colegio. Esos primeros segundos de emoción no se pagan con dinero ni con nada humano. 

2. Mi hermano, uno de ellos, el único que vive en Madrid. Siempre está ahí para mí, y cuando digo siempre, es SIEMPRE. Yo procuro hacer lo propio, pero me da la sensación de que hay un gran desequilibrio porque él nunca deja de estar.

3. El último fin de semana de marzo de todos los años, cuando cambiamos a horario de verano. Me entra un no sé qué por todo el cuerpo... 

4. También en marzo, solo que un pelín antes y este año, salí de una depresión en la que estaba sumida desde enero. Volver a sentirme viva fue sensacional. 

5. El 29 de abril empecé a trabajar de nuevo. Llevaba en paro desde septiembre de 2013. En realidad ahora estoy en paro otra vez, pero no olvido lo bien que me sentí en abril, y lo ilusionada que estuve.

6. En mayo he vuelto a celebrar mi cumpleaños. Ya no es una celebración tan mítica ni tan alcohólica como solía ser en los noventa, pero lo pasamos bien :-)

7. Todas y cada una de las veces que quedo (por separado) con mis amigas Cuca y Elena. Gracias, mil gracias por cada caña compartida y por cada comida juntas. 

8. Este verano 2014 ha sido el mejor en muchos, muchos años. Un mes y una semana fuera de Madrid, en playa, en montaña, en pueblo de la estepa castellana... He hecho de todo y he sido feliz. 

9. Sentirme persona normal cuando me hago tarjetas de fidelización de sitios y voy a comprar al Corte Inglés. Hace muchísimo que no compraba nada más que lo básico. He aprendido a premiarme.

10. Mi hermana vive fuera desde hace casi tres años. Fuera y muy lejos. Ese momento semanal en Skype no tiene precio. 

11. En 2014 he aprendido a gastar dinero midiéndolo, pero relajada, pensando en que volveré a trabajar pronto. Antes me agobiaba mucho más con mis gastos. Creedme, estar con la espada de Damocles todo el santo día no es agradable. Me alegro de haber aprendido a relajarme con esto. 

12. He leído como cuatro o cinco libros al mes en 2014. Nunca agradeceré (mentalmente y en el caso de Ken Follett, epistolarmente) lo suficiente a sus autores por los buenisímos ratos que me han proporcionado. Además entré en contacto con una traductora fantástica de novela, a la que me presenté para agradecerle su trabajo. Me encantó su mensaje de respuesta. 

13. En 2014 he ido (RECORD!!) a una sola quedada tuitera, que en realidad vale por 7. Para mí duró ocho horazas, para los demás, unas cuantas horas más. Gracias a la gente que también asistió, he dejado de pensar que soy una sociópata, insociable y rarita. Lo soy, pero menos de lo que pensé ;-). Lo pasé muy bien. Gracias a los asistentes. 

14. Me ha gustado stalkear las 14 cosas de otra gente. En general leer cosas positivas, aunque no sean propias, me pone de muy buen humor. Gracias a los que habéis participado.

Bala Perdida