- No me he matado en ningún avión.
- Me han despedido. Eso en sí no es bueno, pero gracias a eso me han contratado en una empresa más humana.
- La trilogía de Escipión de Santiago Posteguillo.
- Libros de Don Wislow: Salvajes, El invierno de Frankie Machine, Vida y muerte de Bobby Z.
- Conocer Sudamérica y tocar el Pacífico.
- Reencontrarme con un amigo después de 20 años.
- Poder tener conversaciones con mi hijo casi de persona mayor.
- Conversaciones. Como cada año, como todos los años, recuerdo sobre todo conversaciones. Con gente conocida o desconocida, momentos en los que conectas y que recuerdas.
- Seguir escribiendo el blog y seguir leyendo blogs. Hubo momentos de flaquear, pero ahí seguimos.
- Sigo teniendo ganas de hacer cosas. Eso es señal de que aún soy joven...o eso quiero creer.
- Falta un año menos para que La Parienta me deje volver a tener moto.
- Los lápices de tatuaje no permanentes.
- Un paisaje que ya me acompañará siempre y al que volveré cada año.
- Y aquí van muchas pequeñas cosas, o pequeñísimas, que no merecen ser recordadas individualmente, pero que en suma, constituyen algo bueno.
Gonzalo Viveiró
6 comentarios:
Lapices de tatuajes no permanentes?????
El punto diez. Me quedo con ese sobre todos los demás, que también me parecen curiosos. Tener ganas de hacer cosas es algo fundamental para ser feliz, sí o sí. No se si es señal de juventud o de maduración, pero coño, qué bonitoé.
Felices fiestas, curiosa lista la tuya. :)
Ostras, Gonzalo, además de fipar como Moli con los lápices, según iba leyendo me parecías tú pero pensaba que no te iba a encontrar por aquí, fíjate.
La vida te da sorpresas, algunas buenas, como ésta.
jajajaja, Gonzalo, me pasa lo que Anniehall, que no esperaba encontrarte por aquí... Todas tus 14 cosas molan. Y la 9 mola incluso un poquito más.
Me ha encantado el punto 1. Jejeje. Siempre es una buena cosa sobrevivir a los viajes de avión.
El 10 es fantástico.
Y como seguidora de tu blog, espero que el 9 se siga cumpliendo muchos años.
Las sorpresas molan, siempre.
Gracias, Gonzalo, un abrazo.
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